viernes, 21 de enero de 2011

Capítulo 15 de Awakened | PC & Kristin Cast

Traducido por Dark patience Blogs:http://www.darkpatience.blogspot.com/
Zoey
Traducido por Evedie
Corregido por Glad


¿Z?  ¿Sigues allí? ¿Estás bien? Di algo.”

La preocupación en la voz de Stevie Rae hizo que limpiará mis mocos y las lágrimas de mi cara con la manga de mi camisa y reponerme solo un poco. “Estoy aquí. N-no bien, supongo.” Le dije con un poco de hipo.

“Lo sé, lo sé. Es terrible.”

“¿Y no hay ninguna probabilidad de error? ¿Jack realmente esta muerto?” Sabía en mi corazón que era ridículo cruzar los dedos y cerrar los ojos cuando hice esa pregunta, pero debía hacer un pequeño—intento. Por favor, por favor no dejes que sea verdad.

    “Él está realmente muerto.” Dijo Stevie Rae a través de sus propias lágrimas. “No hay error, Z.”

    “Es tan difícil de creer. ¡Y tan injusto!” Se sentía bien enojarse, mejor que romper completamente en inútiles mocos y lágrimas. “Jack era el chico más dulce del mundo. No merecía lo que le pasó.”

    “No,” dijo Stevie Rae con voz temblorosa. “Él no lo merecía. Yo—yo quiero creer que Nyx lo tiene y que está cuidando muy bien de él. Tu has estado ahí, en el Otro Mundo, quiero decir. ¿Es verdad que es maravilloso ahí?”

    Su pregunta tiró de mi corazón. “Sé que nunca hemos hablado de eso, pero creo que tu estuviste allí, antes, ya sabes, cuando tú—”

    “¡No!” Dijo como si quisiera cortar mis palabras. “No recuerdo mucho sobre ese tiempo, pero sé que no fue nada agradable. Y no vi a Nyx. ”

    Las palabras vinieron a mí apenas comencé a hablar y sabía en mi alma que Nyx estaba hablando a través de mí. “Stevie Rae, cuando moriste Nyx estuvo contigo. Tú eres su hija. Debes recordar eso siempre. No sé por qué tú y los otros niños murieron y revivieron, pero puedo decirte que estoy 100% segura de que Nyx nunca los abandonó. Solo tomaste un camino distinto al de Jack. Él está en el otro mundo con nuestra Diosa, y está más feliz de lo que jamás ha estado en su vida. Para nosotros es difícil entenderlo, pero lo vi con Heath. Por cual estoy segura, de que era el tiempo de que Heath muriera y siguiera adelante, él pertenecía allí, con Nyx. Justo como Jack también tiene un lugar allí, ahora. Sé en mi corazón que los dos están completamente en paz.”

    “¿Lo prometes?”

    “Absolutamente. Debemos ser fuertes por los demás acá, y créeme que los veremos de nuevo.”

    “Si tu lo dices, entonces lo creo, Z,” dijo, su voz sonando mejor. “Realmente debes volver a casa. No soy la única que necesita escuchar tu todo-va-a-estar-bien discurso de Alta Sacerdotisa.”

    “Damien está muy mal, ¿eh?”

    “Bueno, estoy preocupada por él, y las gemelas, y los chicos. Demonios, Z, incluso estoy preocupada por Dragón. Es como si todo el mundo se estuviera ahogando en tristeza.”

No sabía que decir. No, eso no era verdad. Sabía que decir, quería gritar: ¿Si el mundo está ahogándose en tristeza por qué tengo que volver a él? Pero sabía que eso era débil e incorrecto en diferentes niveles. Así que en vez de eso dije, de manera poco convincente, “Vamos a superar esto. Realmente lo haremos.”

“Si, ¡lo haremos!” Dijo firmemente. “Bien, mira, juntas tu y yo encontraremos la manera de exponer la maldad de Neferet frente al Alto Concejo de una vez por todas”.

“Aún no puedo creer que ellos se tragaran ese montón de mierda que ella les tiró.” Dije.

“Yo tampoco. Supongo que básicamente se reduce a la palabra de una Alta Sacerdotisa contra la de un chico humano muerto. Heath pierde”.

“¡Neferet ya no es una Alta Sacerdotisa! Jeesh, ¡me cabrea! Y ahora no es solo Heath, si no Jack. Ella va a pagar por lo que hizo, Stevie Rae. Me aseguraré de que lo haga.”

“Ella debe ser detenida.”

“Si, lo debe.” Sabía que teníamos razón—que teníamos que sacar a Neferet del poder, pero el solo pensarlo me abrumó. Incluso pude oír el cansancio en mi voz. Estaba cansada hasta el fondo de mi alma, realmente enferma y cansada de luchar contra la maldad de Neferet. Parecía que por cada paso al frente que dábamos, eventualmente, sin importar qué, retrocedíamos 2 pasos más.

“Hey, no estás sola en esto.”

“Gracias, Stevie Rae. Sé que no lo estoy. Y de todas formas, esto realmente no es sobre mí. Esto es realmente sobre hacer lo correcto por Heath, Jack, Anastasia, y cualquier otro que Neferet y sus hordas del mal decidan segar la próxima vez.”

“Puedes decir eso, pero el mal puso una muy maldita mortalidad en ti últimamente.”

“Eso es verdad, pero sigo de pie. Un grupo de otras personas no lo están.” Limpié mi rostro con mi manga otra vez, deseando tener Kleenex. “Hablando de maldad, muerte y lo que sea: ¿has visto a Kalona? No me creo el hecho de que Neferet lo haya azotado y desterrado. Él debe de estar en todo esto con ella. Eso significa que si ella está en Tulsa, él también está en Tulsa.”

“Bueno, corre el rumor de que ella en realidad le azoto,” Stevie Rae dijo.

Bufé. “Esos son rumores. Se supone que el es su Consorte, no creo que lo haya azotado. Wow. Aunque creo que a él le gusta el dolor, pero aun así me sorprende que él haya accedido a eso”.

“Bueno, uh, se dice que en realidad el no accedió a eso”.

“Oh, por favor. Neferet es aterradora pero ella no puede mandar sobre un inmortal.”

“Parece que ella lo manda esta vez. Ella lo tiene como retenido por su, uh, fallida misión de aniquilarte.”

Podía oír el humor que Stevie Rae trataba de adherir a su voz e intenté soltar una pequeña risa por su beneficio, pero creo que ambas sabíamos que lo gracioso no superaba  lo horrible.

“Bueno, tu sabes, ser manipulado por Neferet es algo que a Kalona no va a gustarle, y es tiempo de que él tenga una gran y vieja dosis de no gustarle algo,” dije.

“Te escucho. Creo que Kalona está probablemente aquí en alguna parte, merodeando con toda su repugnante sombra, y con eso quiero decir su entrepierna.”

“¡Eeew!” Eso me hizo reír, y la risa de Stevie Rae se unió a la mía. Por un momento fuimos BFFs de nuevo, divirtiéndonos por la proliferación de piernas en nuestro mundo. Tristemente, muy pronto las menos divertidas partes de nuestro mundo se entrometieron y nuestras risas se acabaron mucho más rápido de lo que solían. Suspiré y dije, “Entonces,  mientras escuchabas  todo estos rumores y esas cosas, ¿no has visto a Kalona, verdad?”

“Nope, pero tengo mis ojos muy abiertos”
“Bien, porque sorprender a ese idiota con Neferet después de que ella le dijo al Alto Concejo que le había desterrado por cien años sería un paso adelante para probar que ella no es todo lo que el mundo cree,” dije. “Oh, y mientras mantienes tus ojos abiertos, recuerda dirigirlos hacia arriba. En donde sea que Kalona esté, esos asquerosos hombres—pájaro suyos se mostrarán también eventualmente. Tampoco me creo que ellos hayan desaparecido de repente.”

“Ok. Si. Lo tengo.”

“Y…¿creo que Stark me dijo que ya no veían a los Cuervos Mocker instalados en Tulsa?” Hice una pausa, tratando de recordar lo que él dijo.

“Si, hay uno que se vio una vez, pero después de aquel día nada de eso.”

La voz de Stevie Rae sonaba rara, muy tirante como si tuviera una dificultad para hablar. Demonios, ¿quién podría culparla?  Básicamente la había dejado sosteniendo toda la Casa de la Noche por mí. El solo pensar en todo lo que ella había pasado con Jack y Damien me hizo sentir enferma.

“Hey, ten cuidado, ¿ok? No podría soportar si algo te pasara,” le dije.

“No te preocupes. Tendré cuidado.”

“Bien. Entonces, la puesta de sol ya se acerca, en de dos horas más. Tan pronto como Stark se levante tendremos preparadas nuestras cosas y tomaremos el primer avión hacia la casa,” me escuché decir, incluso pensarlo hacía que mi estómago se sintiera enfermo.

“¡Oh, Z! ¡Estoy tan contenta! Además de necesitarte de regreso acá, te he extrañado mucho.”

Sonreí hacia el teléfono. “Yo también te he extrañado mucho. Y sería bueno estar en casa”, mentí.

“Así que mándame un mensaje cuando sepas a qué hora llegarás. Si no estoy en mi ataúd estaré ahí para verte.”

“Stevie Rae, tu no duermes en un ataúd,” le dije.

“Podría hacerlo perfectamente porque estoy seriamente muerta para el mundo, cuando el sol sale.”

“Si, Stark también”

“Hey, ¿como está tu chico? ¿Se siente mejor?”

“Él está bien.” Hice una pausa y agregué, “Realmente bien, actualmente.”

Fiel a su estilo, el radar de BFF de Stevie Rae escuchó entre líneas. “Oh, nuh uh. ¿Ustedes no lo hicieron, verdad?”

“¿Qué si digo que si lo hicimos?” Pude sentir mis mejillas calentarse.

“Entonces tendré que decirte, el antiguo grito de Oklahoma ¡yee haw!”

“Entonces un ¡yee haw! a  la distancia”

“Detalles. Quiero algunos serios detalles,” dijo, entonces soltó un gigante bostezo.

“Tendrás detalles,” dije. “¿Casi es el amanecer ahí?”

“Un poco más allá, en realidad. Me desvanezco rápidamente, Z”.

“No hay problema. Duerme un poco. Te veré pronto, Stevie Rae”

“Más tarde, viajera”. Dijo junto a otro bostezo.

Terminé la llamada y me acerqué a mirar a Stark quien dormía como un chico muerto en nuestra cama de dosel. Que estuviera completamente enamorada de Stark no había duda alguna, pero justo en este momento me hubiera realmente,realmente gustado sacudir su hombro y despertarle como a un chico normal. Pero sabía que sería inútil, incluso intentar despertarle temprano.

Hoy el sol estaba inusualmente brillante en Skye—Quiero decir, muy brillante, y sin ningún rastro de nubes. No había posibilidad de que Stark estuviera disponible y listo para comunicarse decentemente conmigo por—miré el reloj—dos horas y media. Bueno, al menos eso me daba tiempo para empacar y también encontrar a la reina y darle las noticias—que dejaría este lugar en el que me había sentido tan bien, casi como un hogar para mí, este lugar que Sgiach decidió abrir al mundo real otra vez, al menos solo un poco, debido a que yo había entrado en su vida.

Y ahora iba a dejarle porque…

Mi cerebro alcanzó a balbucear el caos de mis pensamientos y todo hizo  clic de nuevo en su lugar. “Porque este ya no es mi hogar,” susurré. “Mi hogar está en Tulsa. Es donde pertenezco.” Sonreí tristemente a mi durmiente guardián. “Es donde pertenecemos.” Sentí la justicia de ello incluso si entendía todo lo que esperaba por mí allá—y todo lo que perdía dejando este lugar.

“Es hora de que vaya a casa.”

                                           








“Di algo. Cualquier cosa. Por favor.” Acababa de confesar mis intenciones a Sgiach y Seoras. Naturalmente, también les había contado la historia de la horrible muerte de Jack lo que me hizo llorar y moquear. De nuevo. Y entonces balbuceé el tema de ir a casa y ser una verdadera Alta Sacerdotisa incluso si no estaba 100% segura de lo que realmente eso significaba, mientras que ambos me observaban silenciosamente con expresiones que lucían sabias e ilegibles al mismo tiempo.

“La muerte de un amigo siembre es difícil de llevar. Es doblemente difícil si viene antes de tiempo—muy joven,” dijo Sgiach. “Lamento tu pérdida.”

“Gracias,” dije. “Aún no parece real.”

“Sí, bueno, lo hará, muchacha,” dijo Seoras gentilmente. “Deberías de recordar, sin embargo, que una reina aleja de su piel su derecho a duelo. No puedes tener tu mente clara si estas llena de dolor.”

“No creo que sea lo suficientemente mayor para todo esto,” dije.

“Nadie lo es, niña,” dijo Sgiach. “Quiero que consideres algo antes de que nos dejes. Cuando me preguntaste si podías quedarte aquí en Skye, y te dije que podías quedarte aquí hasta que tu conciencia te pida que te vayas. ¿Está tu conciencia hablándote ahora, diciéndote de que es el momento correcto para que te vayas, o es la maquinación de los demás lo que—?”

“Okay, detente,” le dije. “Neferet probablemente cree que está manipulándome para que yo retorne, pero la verdad es que tengo que regresar a Tulsa porque es mi hogar.” Me encontré con los ojos de Sgiach y continué hablando, esperando que pudiera entenderme. “Amo este lugar. En un montón de niveles se siente bien estar aquí—tan bien que sería fácil para mí el quedarme. Pero, como ya me has dicho, el camino de la Diosa no es fácil—hacer lo correcto no es fácil. Si me quedo aquí e ignoro mi hogar no solo estaría ignorando mi conciencia, estaría dándole la espalda.”

Sgiach asintió, viéndose complacida. “Entonces tu regreso viene de un lugar de poder, no de la manipulación, aunque Neferet no sepa eso. Ella creerá que solo necesitó una simple muerte para hacerte cumplir sus órdenes.”

“La muerte de Jack no es una cosa simple, “dije enojada.

“No, no es simple para ti, pero para una criatura de la Oscuridad que mata rápida, y fácilmente, solo piensa en su propio beneficio,” dijo Seoras.

“Y por eso Neferet no entenderá que tu regreso a Tulsa es porque es tu elección de seguir el camino de la Luz y de Nyx. Ella te subestimará por eso,” dijo Sgiach.

“Gracias. Lo recordaré.” Me encontré con la clara y fuerte mirada de Sgiach. “Tu, y Seoras y cualquiera del resto de los Guardianes que quieran pueden venir conmigo, ya sabes. Con ustedes a mi lado no habrá ninguna posibilidad de que Neferet gane.”

La respuesta de Sgiach fue instantánea. “Si dejo mi isla las consecuencias de eso llegarían hasta el Alto Concejo. Hemos coexistido con ellos pacíficamente por siglos ya que elegí ausentarme de la política y de las restricciones de la sociedad vampírica. ¿Serian ellos capaces de seguir fingiendo que no existo si me uno al mundo moderno?”

“¿Qué si eso es algo bueno? Quiero decir, me parece que es hora de que el Alto Consejo se mueva y la sociedad vampírica con ellos. Ellos creen en Neferet y la dejan libre matando gente—gente inocente.” Mi voz era fuerte e intensa y por un momento creí que sonaba mas como una reina real.

“Esta no es nuestra batalla, chica,” dijo Seoras.

“¿Por qué no? ¿Por qué su batalla no es contra la maldad?” Me gire hacia el guardián de Sgiach.

“¿Qué te hace pensar que no luchamos contra la maldad aquí?” Fue Sgiach la que me respondió. “Fuiste tocada por la vieja magia desde que estuviste aquí. Dime honestamente, ¿antes de eso habías sentido alguna vez algo como eso allá en tu mundo?”

“No, no lo he hecho.” Negué con mi cabeza lentamente.

“Nosotros luchamos para mantener las viejas costumbres vivas,” dijo Seoras. “Y eso no puede ser hecho en Tulsa.”

“¿Cómo puedes estar seguro?” Pregunté.

“¡Porque casi no hay magia antigua allá!” Dijo Sgiach, casi gritando en frustración. Ella me dio la espalda y caminó hacia la enorme imagen de la ventana que daba a la puesta de sol, sobre el agua gris—azulada que rodeaba Skye. Su espalda estaba rígida por la tensión, y su voz llena de tristeza. “Allá afuera en ese mundo tuyo, la mística, la maravillosa magia de lo antiguo, en donde el toro negro es venerado junto a la Diosa, en donde el balance de la mujer y el hombre es respetado, y donde incluso las rocas y los arboles tienen almas, nombres, han sido destruidos por la civilización,  la intolerancia y el olvido. La gente de ahora, vampiros y humanos por igual, creen que la tierra es solo una cosa muerta y viven en ella—eso es algo incorrecto o malvado o barbárico, no escuchan las voces de las almas en el mundo, por lo tanto el corazón y la nobleza de toda una forma de vida se ha secado y marchitado…”

“Y eso ha encontrado un santuario aquí,” continuó Seoras cuando la voz de Sgiach falló. Él se movió junto a ella. Su espalda estaba frente a mí, pero él me enfrentó. Ligeramente, Seoras tocó su hombro y entonces sus dedos caminaron hacia abajo por su brazo para tomar la mano de su reina. Pude ver como el cuerpo de ella reacciono a su toque. Era como si a través de él ella encontrara su centro. Antes de que ella se girara hacia mí, la vi apretar y después soltar su mano, y cuando nuestros ojos se encontraron de nuevo ella volvió a ser la misma, noble, fuerte y calmada.

“Somos el último hogar de las viejas costumbres. Me he hecho cargo de eso por siglos, proteger las magias antiguas. La tierra aquí sigue siendo sagrada. Veneramos al toro negro, y respetamos a su contraparte, el toro blanco, el viejo balance se mantiene y hay un pequeño lugar en este mundo que lo recuerda.”

“¿Que lo recuerda?”

“Sí, recuerda el tiempo en cuando el honor significaba mas que si mismo, y la lealtad no era una opción o una reflexión,” dijo Seoras solemnemente.

“Pero veo algo de eso en Tulsa. Hay honor y lealtad allá, también, y mucha gente de mi abuela, los Cherokee, siguen respetando la tierra.”

“Cosas que pueden ser ciertas, pero piensa en la arboleda—en cómo te sentiste ahí. Piensa en cómo esta tierra te ha hablado,” dijo Sgiach. “Sé que la oyes. Lo veo en ti. ¿Has sentido algo como eso fuera de mi isla?”

“Si,” dije antes de siquiera pensarlo. “La arboleda en el Otro Mundo se siente muy parecida a la arboleda que esta frente al castillo.” Entonces me di cuenta de lo que decía, y todo lo que dijo Sgiach tenia sentido repentinamente. “Eso es, ¿no? Literalmente tienes un poco de la magia de Nyx aquí.”

“En cierto modo. Lo que realmente tengo es algo incluso más antiguo que la Diosa. Verás, Zoey, Nyx no ha estado perdida para el mundo. Pero. Su balance masculino lo está, y temo que por eso el balance entre el bien y el mal, Luz y Oscuridad, se ha perdido también.”

“Aye, nosotros sabemos que ha hecho eso,” le corrigió Seoras gentilmente.

“Kalona. Él es parte de este asunto fuera de balance,” dije. “Es verdad que él solía ser el Guerrero de Nyx. De alguna manera eso se malogro, junto con un grupo de otras cosas cuando él se presentó en nuestro mundo, porque no es donde él pertenece.” Incluso, sabiendo eso, no hizo que sintiera pena por él, o que me sintiera mal por él, pero hizo que empezara a entender el aire de desesperación que sentía tantas veces a su alrededor. Y ese conocimiento. Con ese conocimiento venia el poder.

“Entonces vez por qué es importante que no deje mi isla,” dijo Sgiach.

“Lo veo,” dije a regañadientes. “Pero sigo pensando que podrías equivocarte con respecto a que no queda magia antigua en el mundo exterior. El toro negro se materializó en Tulsa, ¿lo recuerdas?”

“Si, pero no hasta que el blanco apareció primero,” dijo Seoras.
“Zoey, me gustaría mucho creer que  el mundo exterior no ha destruido la magia antigua, y es por eso que hay algo que quiero que tengas.”

Sgiach extendió la mano y desenredó una larga longitud de plata de la masa de centelleantes collares que colgaban alrededor de su cuello. Levantó la delicada cadena por sobre su cabeza y la sostuvo en lo alto, a la altura de mis ojos. Colgando de la plata había una perfecta piedra circular del color de la leche que era suave y lisa, recordándome a una Life Sarver[1] sabor coco. Las antorchas que los Guerreros habían comenzado a encender resplandecieron contra la superficie de la piedra.

“Es una pieza de mármol de Skye,” dije.

“Es—una pieza especial de mármol de Skye, llamada piedra vidente. Fue descubierta hace más de cinco siglos atrás por un Guerrero en su búsqueda Shamánica mientras corría el Cuillin Ridge[2] en esta misma isla,” dijo Sgiach.

“¿Un guerrero en una búsqueda shamánica? Eso no ocurre muy seguido,” dije.

Sgiach sonrió y su mirada pasó de la pieza de mármol colgante hacia Seoras. “Sucede, aproximadamente una vez cada quinientos años.”

“Aye, eso es correcto,” dijo Seoras, devolviéndole la sonrisa con una intimidad que me hizo sentir como si debiera mirar hacia otro lado.

“En mi opinión, una vez cada quinientos años es más que suficiente para que algún pobre chico Guerrero haga eso del asunto Shaman.”

Mi estómago dio un tonto salto de placer ante el sonido de su voz y pasé mi mirada de la reina y su guardián hacia Stark quien estaba de pie entre las sombras detrás de la puerta arqueada, encogido y entrecerrando los ojos hacia lo que quedaba de la luz mortecina que caía de la ventana. Él estaba usando unos jeans y una camiseta, y se veía muy parecido a su antiguo yo, y sentí nostalgia—ya que era el primer vistazo real que tenia desde que regresé a mi misma—sobre mí. Me voy a casa. El pensamiento me hizo sonreír mientras me apresuraba hacia Stark. Sgiach hizo un gesto con su mano. Las pesadas cortinas bajaron sobre el último rayo de sol, permitiendo  que Stark saliera de las sombras y me tomara entre sus brazos.

“Hey, no creí que te levantaras hasta dentro de una hora más o menos,” dije, abrazándole fuertemente.

“Estabas enojada, y eso me despertó,” susurró en mi oído. “Además, estaba teniendo unos  muy raros sueños.”

Me incliné hacia atrás para mirarlo a los ojos. “Jack está muerto.”

Stark comenzó a mover la cabeza en negación, para después detenerse, y tocar mi mejilla, dejando escapar un largo suspiro. “Eso fue lo que sentí. Tu tristeza. Z, lo siento tanto. ¿Qué fue lo que pasó?”

“Oficialmente un accidente. Pero en realidad fue Neferet, pero nadie puede probarlo.”

“¿Cuando nos vamos a Tulsa?”

Le sonreí en agradecimiento mientras Sgiach decía, “Esta noche. Podemos arreglar que ustedes salgan pronto mientras empacan sus bolsos.”

“Entonces, ¿qué es esta piedra?” Preguntó Stark, tomando mi mano.

Sgiach la levantó nuevamente. Estaba pensando lo bonita que se veía cuando se giro levemente en la cadena y mi mirada se dirigió al perfecto círculo del centro.

El mundo se redujo y desapareció a mí alrededor como si todo mi ser fuera absorbido por el agujero de la piedra y por un instante alcancé a ver un atisbo de la habitación a través del agujero.

¡La habitación había desaparecido!

Luchando contra una oleada de vértigo nauseabundo, miré a través de la piedra vidente lo que parecía ser un mundo submarino. Figuras flotaban y revoloteaban a mí alrededor, todo en tonos turquesa y topacio, cristal y zafiro. Me pareció ver alas y aletas, formando remolinos de cascadas de pelo a la deriva. ¿Sirenas? ¿O son monos marinos? He perdido absolutamente la cabeza, fue mi último pensamiento antes de que perdiera mi batalla contra el vértigo y terminara de espaldas en el suelo.

“¡Zoey! ¡Mírame! ¡Di algo!”

Stark, lucia completamente asustado, inclinado sobre mí. Me sujetaba de los hombros y me remecía una y otra vez, haciendo que regresara.

“Hey, detente,” le dije débilmente, tratando inexitosamente de empujarle lejos.

“Solo déjala respirar. Ella estará bien en un momento,” vino la voz muy calmada de Sgiach.

“Ella se desmayó. Eso no es normal,” dijo Stark. Él seguía agarrando mis hombros, pero se había detenido de sacudir mi cerebro.

“Estoy consciente y estoy justo aquí,” dije. “Ayúdame a sentarme.”

El ceño fruncido de Stark decía que mejor no, pero hizo lo que le pedí.

“Bebe esto,” Sgiach sostuvo una copa de vino en mi nariz, y pude oler que estaba atada profundamente con sangre. La agarré y bebí rápidamente mientras ella decía, “Y es normal para una Alta Sacerdotisa desmayarse la primera vez que usa el poder de una piedra vidente, especialmente si no está preparada para ello.”

Sintiéndome mucho mejor después del vino ensangrentado (eesh, pero yum), levanté las cejas hacia ella y me puse de pie. “¿No pudiste haberme preparado para eso?”

“Si, pero una piedra vidente solo funciona para algunas Altas Sacerdotisas, y si no hubiera funcionado en ti, tus sentimientos habrían sido heridos, ¿verdad?”

Me froté el trasero. “Creo que hubiera preferido correr el riesgo de herir mis sentimientos en vez de herir mi trasero. Pero, ¿qué diablos fue lo que vi?”

“¿Qué te pareció?” Preguntó Sgiach.

“Una extraña pecera submarina a través del pequeño agujero.” Señalé en dirección a la piedra, teniendo cuidado de no mirarla.

Sgiach sonrió. “Si, ¿y en donde has visto seres como esos antes?”

Parpadeé en comprensión. “¡La arboleda! Ellos son espíritus del agua.”

“En efecto,” asintió Sgiach.

“¿Entonces es un buscador de magia?” Preguntó Stark, dándole a la piedra una mirada de soslayo.

“Lo es, cuando es usada por una Alta Sacerdotisa con el correcto tipo de poder.” Sgiach levantó la cadena y la puso alrededor de mi cuello. La piedra vidente colocada entre mis pechos, se sentía caliente como si estuviera viva.

“¿Esto realmente encuentra magia?” Puse mi mano reverentemente sobre la piedra.

“Solo un tipo,” dijo Sgiach.

“¿Magia acuática?” Pregunté, confusa.

“No tiene importancia el elemento. Sino, la magia en sí misma,” dijo Seoras.

Antes de que pudiera decir el huh que estaba obviamente en mi rostro, Sgiach explicó. “Una piedra vidente está en sincronía con la más antigua de las magias: como la que protege mi isla. Te la estoy regalando para que con ella seas capaz, en efecto, de reconocer a la antigua magia, si esta todavía existe en el mundo.”

“Si ella encuentra ese tipo de magia, ¿qué debería de hacer?” Preguntó Stark, dándole a la piedra miradas recelosas.

“Regocijarse o correr, dependiendo de lo que descubras,” dijo Sgiach con una sonrisa torcida.

“Ten cuidado, muchacha, fue la magia antigua la que envió a tu Guerrero al Otro Mundo, y fue la magia antigua la que lo hizo tu Guardián,” dijo Seoras. “Y no creo que se haya diluido en la civilización.”

Cerré mi mano alrededor de la piedra vidente, el recuerdo de Seoras de pie sobre Stark, en trance, cortándolo una y otra vez para que su sangre corriera por la lacería antigua de la piedra que ellos llamaron la Seol ne Gigh, la Mesa del Espíritu. De pronto me di cuenta que estaba temblando.

Entonces la mano cálida y fuerte de Stark cubrió la mía y miré hacia arriba hacia su mirada fija.

“No te preocupes. Estaré contigo, y si es el momento de correr o regocijarse, estaremos juntos. Siempre te protegeré, Z.”

Entonces, por al menos un momento, me sentí a salvo.

[1] Life Sarver: Caramelos americanos, con sabor a menta y frutas. Hechas en Ohio.http://en.wikipedia.org/wiki/Life_Savers
[2] Cuillin Ridge: Es una travesía a través de la Cordillera Cuillin en la isla Skye (Escocia); es la mejor aventura de montaña en las Islas Británicas.

 

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