martes, 11 de enero de 2011

Capítulo Cinco de Awakened - PC CAst & Kristin

Stevie Rae
Traducido por Carmen


No eres la misma. ¿Lo sabes?”

Stevie Rae contempló a Kramisha. “Lo único que hago es sentarme  aquí, ocupándome de mis propios asuntos.” Ella hizo una pausa, dejando que se disipara la implicación. “¿Cómo es que no soy la misma?”

“Escogiste la esquina más oscura, más espeluznante de todas las que hay aquí. Apagaste las velas para que esto fuera incluso más oscuro. Y te sientas aquí tan deprimida que casi puedo oír tus pensamientos.”

“Tú no puedes oír mis pensamientos.”

El afilado tono en la voz de Stevie Rae hizo que los ojos de Kramisha se ampliarán. “Por supuesto que no puedo. No hay necesidad de que te pongas susceptible. Dije casi. No soy Sookie Stackhouse[1]. Además, aun si lo pudiera hacer, yo no escucharía a escondidas tus pensamientos. Eso sería grosero y mi mamá me crió mejor que eso.” Kramisha se sentó al lado de Stevie Rae sobre el pequeño banco de madera. “¿Hablando de—soy yo la única que piensa que el hombre lobo es más ardiente que Bill y Eric juntos?”

“Kramisha, no me arruines completamente la tercera temporada de True Blood. No he terminado con mis DVDs de la segunda temporada.”

“De acuerdo, simplemente lo decía, estoy preparándome seriamente para algún ardiente cuadrúpedo.”

“Seriamente. No te atrevas a decirme nada más.”

“De acuerdo—está bien, dejando de lado todo el asunto del ardiente hombre lobo, necesito hablar contigo.”

“Este banco está hecho de madera. La madera es igual a la tierra.  Lo que probablemente significa que pueda conseguir alguna forma de golpearte si estropeas True Blood para mí.”
“¿Te relajas por favor? Estoy fuera de esto. Tenemos otra cosa que discutir si no intercambiamos opiniones antes de que entremos en lo que sé va a ser una aburrida reunión del Consejo.”

“Esto es parte de lo que nosotras tenemos que hacer. Soy una Suma Sacerdotisa. Tú una Laureada Poeta. Tenemos que ir a las reuniones del Consejo.” Stevie Rae dejó salir una larga bocanada de aire y sintió que sus hombros caían. “Maldición, me alegraré cuando Z vuelva aquí mañana.”

“Bravo, sí, estoy en eso. Lo que no comprendo es ¿qué es lo que te ha estropeado tan mal la cabeza que parece que está al revés?.”

“Mi novio no está en sus malditos cabales y ha desaparecido de la faz de la tierra. Mi mejor amiga casi murió en el Otro Mundo. Los novatos rojos—los otros—aún están allí afuera en alguna parte haciendo quien sabe que cosa, lo cual estoy segura se están comiendo a las personas. Y por si fuera poco—se supone—que soy una Suma Sacerdotisa, si bien no estoy incluso segura de lo que significa. Pienso que eso es suficiente como para estropearle la cabeza a cualquiera.”

“Sep, lo es. Pero eso no es suficiente para evitar que me mantenga entregándote jodidos poemas extraños que se refieren todos al mismo extraño tema. Ellos hablan sobre ti y las bestias, y quiero saber por qué.”

“Kramisha, no sé de qué estás hablando.” Stevie Rae comenzó a ponerse de pie, pero Kramisha metió la mano en su enorme bolsa y arrancó un pedazo de papel color violeta en el que había escrito con letras en negrita. Con otra pesada exhalación, Stevie Rae tomó asiento y tendió su mano. “Estupendo. Déjame ver.”

“Lo escribí a ambos lados de este papel. Lo viejo y lo nuevo. Algo me dijo que tal vez podrías necesitar refrescarte la memoria.”

Stevie Rae no dijo nada. Sus ojos se desviaron al primer poema en el papel. Ella se tomó su tiempo leyéndolo. No porque necesitase que su memoria fuese refrescada. No lo fue. Cada línea del poema había sido grabada a fuego en su mente.

La Roja da un paso hacia la luz
Con su lomo preparado para su lugar en
la apocalíptica pelea.

La oscuridad se esconde en formas diferentes
Mira más allá de la forma, el color,
Las mentiras y las tormentas emocionales.

Alíate con él; Págale con tu corazón
La confianza no puede ser dada
A menos que la Oscuridad los divida.

Mira con el alma y no con tus ojos
Porque para bailar con las bestias
Debes penetrar en su disfraz.

Stevie Rae se dijo a sí misma que ella no lloraría, pero su corazón estaba amoratado y quebrado. El poema había sido correcto. Ella había visto a Rephaim con su alma, no con sus ojos. Ella le había separado de la Oscuridad y después confió en el y le acepto—y por eso, porque se había aliado a una bestia, ella había pagado con su corazón. Aún pagaba con su corazón.

A regañadientes, Stevie Rae miró hacia el segundo poema en la página—el nuevo. Recordándose a sí misma que no reaccionara, que su rostro no mostrase nada, ella comenzó a leer:

Las bestias pueden ser hermosas
Los sueños se convierten en deseos
La realidad cambia con la razón
Confía en su verdad

Hombre… Monstruo… Misterio… Magia

Escucha con tu corazón
Ve sin desprecio
El amor no perderá
Confía en su verdad

Su promesa es la prueba
La prueba es el tiempo
La fe libera
Si hay coraje para cambiar.


La boca de Stevie Rae se secó. “Lo siento, no te puedo ayudar. No sé lo que estas cosas significan.” Intentó devolverle la hoja de papel a Kramisha, pero las manos de la poetisa estaban cruzadas sobre su pecho.

“No eres una buena mentirosa, Stevie Rae.”

“No es inteligente llamar a tu Suma Sacerdotisa mentirosa.” Hubo un borde de mezquindad en la voz de Stevie Rae que hizo que Kramisha negara con la cabeza.

“¿Qué te está sucediendo? Se trata de algo que te está comiendo por dentro. Si fueses la misma, estarías hablándolo conmigo. Estarías tratando de resolverlo.”

“¡No puedo resolver estas cosas de poesía! Son metáforas y simbolismos, extrañas y confusas predicciones.”

“Esa es una maldita mentira,” Kramisha exclamó. “Nosotras resolveremos esto. Zoey lo hizo. Tú y yo lo hicimos, o al menos hicimos lo suficiente como para hacer saber a Z como entrar al Otro Mundo. Y ayudó. Stark dijo que lo hizo.” Kramisha señaló el primer poema. “Algo de esto se hizo realidad. Conociste a las bestias. Esos toros. Has sido diferente desde entonces. Ahora yo recibo otro de esos poemas de bestias. Sé de ellos por ti. Y sé que sabes más de lo que dices.”

“Mira, permanece alejada de mis asuntos, Kramisha.” Stevie Rae se puso de pie, salió de la alcoba, y mientras caminaba directamente hacia Dragón Lankford  gritó hacia Kramisha, “¡he terminado de hablar de esas cosas de las bestias!”

“Hey, tranquila, ¿de qué se trata?” La mano firme de Dragón estabilizó a Stevie Rae cuando ella tropezaba a causa de su colisión. “¿dijiste cosas de las bestias?”

“Ella lo hizo.” Kramisha señaló la página del cuaderno en la mano de Stevie Rae. “Dos poemas me llegaron, uno el día que Stevie Rae se enredó con las bestias, y el segundo hace poco. Ella no quiere prestarles atención.”

“No dije que no iba a prestarles atención. Sólo quiero encargarme de mis propios asuntos sin que cada maldito ente en el universo husmee a mi alrededor.”

“¿Me consideras un maldito ente?” Dragón preguntó.

Stevie Rae se obligó a encontrarse con su mirada fija. “No, por supuesto que no.”

“Y estás de acuerdo conmigo en que los poemas de Kramisha son importantes.”

“Bueno, sí.”

“Entonces, no los puedes ignorar.” Dragón apoyó su mano sobre el hombro de Stevie Rae. “Sé cómo te sientes sobre querer mantener tu privacidad, pero has ascendido a una posición donde hay cosas más importantes que tu privacidad.”

“Sé eso, pero puedo tratar con esto yo misma.”

“Tú no trataste con los toros,” Kramisha dijo. “Esto aún puede ocurrir.”
“Se han ido, ¿verdad? Es cierto yo traté con ellos, pero ahora simplemente olvídalo.”

“Recuerdo verte después de tu batalla con el toro. Estabas gravemente herida. Si hubieras hecho caso de la advertencia de Kramisha el coste para ti no hubiera sido tan grande. Y luego está el hecho que un Cuervo Mocker apareció, y él podría haber sido la criatura llamada Rephaim. Ese monstruo está todavía allí afuera en alguna parte y es un peligro para todos nosotros. Por lo tanto, debes entender, joven sacerdotisa, que una advertencia destinada no puedes mantenerte en privado porque afecta las vidas de otros.”

Stevie Rae miró perdidamente hacia los ojos de Dragón. Sus palabras fueron fuertes. Su tono fue amable. ¿Pero era esa sospecha e ira lo que vio en su expresión, o fue simplemente la pena que lo había sombreado desde la muerte de su esposa?

Mientras ella vacilaba, Dragón continuó, “Una bestia mató a Anastasia. No podemos dejar a ningún otro niño ser tocado por estas criaturas de la Oscuridad si lo podemos impedir. Sabes que hablo con la verdad, Stevie Rae.”

“Yo lo sé,” ella tartamudeó, intentando ordenar sus palabras.

Rephaim mató a Anastasia la noche que Darius le disparó al cielo. Nadie alguna vez olvidará eso—nunca puedo olvidar eso, especialmente ahora que las cosas han cambiadoHan pasado semanas y yo no le he visto. En absoluto. Nuestra impresión está todavía allí. Lo puedo sentir, pero no he sabido nada de él.

Y esa carencia de sensaciones tomó la decisión para Stevie Rae. “De acuerdo,  usted tiene razón. Necesito ayuda con esto.”

Tal vez ésta es la forma que estaba supuesto a ser, ella pensó mientras le entregaba a Dragón los poemas. Tal vez Dragón descubrirá mi secreto, y cuándo lo haga todo se destruirá: Rephaim, nuestra imprenta, y mi corazón. Pero al menos se habrá acabado.

Mientras Dragón leía la poesía, Stevie Rae observó que su expresión perdió luminosidad. Cuándo él finalmente miró de la página a sus ojos, no hubo duda de su preocupación.

“El segundo toro que conjuraste, el negro que venció al mal, ¿qué clase de conexión tuviste con él?”

Stevie Rae intentó no demostrar qué tan aliviada estuvo que Dragón enfocase  su atención en los toros y no sobre Rephaim.

“No sé si realmente se le pudiese llamar una conexión, pero pensé que él era bello. Él era negro, pero no había Oscuridad en él. Él era increíble—como el cielo nocturno, o la tierra.”
“La tierra” Dragón pareció pensar en voz alta. “Si el toro te recuerda a tu elemento, quizá eso sea suficiente para que lo dos permanezcan conectados.”

“Pero sabemos que él es bueno,” Kramisha indicó. “No hay misterio en eso.  Los poemas no pueden referirse a eso.”

“¿Entonces?” Stevie Rae no podría esconder su irritación. Kramisha era como un maldito perro con un hueso. Ella simplemente no lo dejaría pasar.

“Entonces, el poema, especialmente el último, es sobre confiar en la verdad. Ya sabemos que él es bueno. Tú puedes confiar en el toro negro. ¿Por qué necesitas  que un poema te diga eso?”

“Kramisha, como traté de decírtelo antes, no lo sé.”

“Es sólo que no creo que se esté refiriendo al toro negro,” Kramisha dijo.

“¿Sobre que más podría estar hablando? No conozco a ninguna otra bestia.” Stevie Rae dijo las palabras velozmente, como si la rapidez pudiese ocultar la mentira.

“Dijiste que Dallas tiene una afinidad nueva inusual, y que él ha parecido perder la razón. ¿Está eso en lo correcto?” Dragón preguntó.

“Sí, básicamente,” Stevie Rae respondió.

“La referencia a la bestia podría ser simbólica a Dallas. El poema podría significar que necesitas confiar en la humanidad que está todavía dentro de él,” Dragón explicó.

“No sé nada de eso,” Stevie Rae dijo. “Él fue un lio caliente y súper loco la última vez que lo vi. Quiero decir él decía algunas cosas realmente extrañas sobre el Cuervo Mocker que vio.”

“¡El Consejo está siendo llamado a sesión!” La voz de Lenobia fluyó por el vestíbulo desde la puerta abierta que daba a la Cámara del Concejo.

“¿Te importa si guardo esto?” Dragón alzó la hoja de papel mientras caminaron por el vestíbulo. “Lo copiaré, y luego te lo devolveré, pero me gustaría tener una posibilidad de estudiarlo y considerar la poesía más a fondo.”

“Sí, eso está bien para mí,” Stevie Rae respondió.

“Bien, me alegro que conseguimos poner a trabajar su cerebro en esto, Dragón,” añadió Kramisha.

“Yo, también,” Stevie Rae dijo, tratando de sonar como que ella decía la verdad.
Dragón hizo una pausa. “No compartiré esto con todos, sólo con esos vampiros que creo nos podrían ayudar a comprender el significado de la poesía. Comprendo tu deseo de privacidad.”

“Le contaré a Zoey sobre eso tan pronto como ella llegue mañana,” Stevie Rae dijo.

Dragón frunció el ceño. “Yo creo que deberías compartir la poesía con Zoey, pero tristemente, ella no regresará a la Casa de la Noche mañana.”

“¿Qué? ¿Por qué no?”

“Aparentemente Stark no está lo bastante bien como para viajar, así que Sgiach les ha dado permiso de quedarse en Skye indefinidamente.”

“¿Te dijo Zoey eso?” Stevie Rae no podría creer que su BFF había llamado a Dragón y no a ella. ¿Qué estaba Z pensando?

“No, ella y Stark hablaron con Jack.”

“Oh, el Ritual de Celebración.” Stevie Rae asintió con la cabeza entendiendo. Z no había estado manteniendo nada lejos de ella. Jack había sido súper—exuberante sobre el Ritual del que él se había designado responsable de la música, comida, y las decoraciones—él probablemente la había llamado con una larga lista de preguntas como: ¿Cuál es tu color favorito? ¿Doritos o Ruffles?

“El chico gay estaba completamente obsesionado. Apuesto a que él perdió su maldita mente cuando averiguó que Z no regresa a casa mañana.”

“En realidad, él está usando el ‘tiempo extra’ para continuar practicando aquella canción que quiere cantar, y él decora,” Dragón explicó.

“La Diosa nos ayude,” Kramisha exclamó. “Si él intenta colgar arcos iris y unicornios por todas partes y hacer que todos llevemos puestas serpientes de plumas—otra vez—solamente le diré ‘ah infiernos no’.”

“las espadas Origami,” sumó Dragon.

“¿Perdón?” Stevie Rae estaba segura que no había oído correctamente.

Dragón se rió entre dientes. “Jack llegó a la Casa de Campo y pidió prestado una de las claymore así podría tener una copia auténtica con la cual trabajar. En honor a Stark, él va a usar las espadas origami colgadas de un sedal. Él dijo que se parecerán a la canción.”

“Porque ellas desafiarán a la gravedad.” Stevie Rae no pudo menos que reírse tontamente. Ella le había dado un trozo de su corazón a Jack. Él era simplemente demasiado lindo para expresarlo.

“Espero que él no los haga en papel rosado. No sería correcto.”

Habían alcanzado la puerta a la Cámara del Consejo), y antes de que entrasen a la habitación llena, Stevie Rae oyó decir a Dragón, “No rosada. Púrpura. Lo vi llevando un paquete de hojas púrpuras.”

Stevie Rae aún sonreía abiertamente cuando Lenobia llamó al orden a la Reunión del Consejo. En los días que siguieron, ella recordaría su gran sonrisa  y deseó poder mantener la imagen de Jack haciendo espadas púrpuras de papel y cantando ‘Desafiando la Gravedad,’ siempre considerando el lado bueno de la vida, eternamente dulce, eternamente feliz, y, lo más importante eternamente seguro.

[1] Sookie Stackhuse: Personaje de la famosa saga de ‘Vampiros Sureños’ de Charlaine, que también es una serie de la HBO. Este personaje es capaz de leer los pensamientos de los demás sin quererlo.

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