sábado, 15 de enero de 2011

Capítulo 9 de Awakened | PC & Kristin Cast

Traducido por Dark patience Blogs:http://www.darkpatience.blogspot.com/
Zoey
Traducido por Isabella


E
ntonces, Stark y yo lo habíamos hecho.
“No me siento diferente,” le digo al árbol mas cercano. “Me refiero, al haber estado tan cerca de Stark hay algo de dolor en sitios que no puedo decir, pero no me siento diferente.”
Camino sobre un pequeño arroyo que brota alegremente a través del bosque y miro hacia abajo. El sol estaba poniéndose, pero el día era inusualmente claro y frio en la isla, y el cielo es aun dorado y se puede ver claramente mi reflexión. Me estudio a mi misma. Y luzco como, bueno, yo misma.
“Bueno, técnicamente ya lo había hecho antes, pero esto había sido algo totalmente diferente.” Suspiré. Loren Blake había sido un enorme error. James Stark era algo totalmente diferente, teniendo en cuenta el compromiso que teníamos el uno con el otro. “Así que, ¿No debería sentirme diferente ahora que realmente tengo una relación real?” Miro mi reflejo. ¿No luzco más mayor? ¿Más experimentada? ¿Más sabia?
En realidad no. Eso solo me hacia parecer corta de vista. “Y Afrodita probablemente diría que me van a salir mas arrugas.”
Una pequeña punzada me llega, mientras recuerdo cuando le dije adiós a Afrodita y Darius, la noche anterior. Ella había sido predeciblemente sarcástica y algo perra en cuanto al hecho de que no estaba volviendo a Tulsa con ella, pero nuestro abrazo fue firme y verdadero y sabia que iba a echarla de menos. Ya la echaba de menos. Echaba de menos a Stevie Rae, Damien, Jack y también a las gemelas.
“Y a Nala,” le digo a mi reflexión.
¿Pero les echaba lo suficientemente de menos como para volver al mundo real? ¿Suficientemente como para hacer frente a todo, desde mi regreso a la escuela y a la posibilidad de luchar contra la oscuridad y Neferet?
“No. No lo suficiente.” Decirlo en voz alta no lo hacia mas cierto. Podía sentir como la añoranza se diluía a favor de la serenidad que la Isla Sgiach ofrecía. “Es la magia de aquí. Su pudiera traer a mi gato, juro que me quedaría para siempre.”
La risa de Sgiach fue suave y musical. “¿Por qué echamos de menos mas a nuestras mascotas que a las personas?” Ella sonreía mientras se unía a la corriente.
“Creo que es porque no podemos hablar por skype[1] con ellos. Quiero decir, se que puedo volver al castillo y hablar con Stevie Rae, pero he intentado hacer lo de la videoconferencia con Nala. Ella simplemente luce muy confundida y aun mas descontenta de lo que suele verse, que ya es bastante.”
“Si los gatos entendieran la tecnología y tuvieran pulgares, dominarían el mundo,” dijo la reina.
Yo reí. “No dejare que Nala oiga eso. Ella ya domina su mundo.”
“Tienes razón. Mab cree que domina su mundo también.”
Mab es el gigantesco, de pelo largo negro y blanco—gato de Sgiach a quien estaba empezando a conocer.  Creo que posiblemente, tiene unos mil años de antigüedad y en su mayoría siempre esta semiconsciente, ya que apenas se mueve del extremo de la cama de la reina. Stark y yo habíamos empezado a llamarle ‘el gato muerto’, pero Sgiach, aun no sabía eso.
“¿Por mundo quieres decir tu dormitorio?”
“Exactamente,” dijo Sgiach.
Las dos nos reímos y luego la reina camino, acercándose hacia una roca cubierta de musgo no muy lejos del riachuelo. Se sentó con gracia y dio unas palmaditas a un área junto a ella. Me uní a ella, preguntándome vagamente si mis movimientos cada vez iban a volverse mas graciosos y hermosos como los de ella—lo dude.
“Tu puedes traer a tu Nala aquí. Las familias de vampiros siempre vuelan con sus animales de compañía. Solo seria cuestión de que muestres su cartilla de vacunación a la llegada.”
“Wow, ¿de verdad?”
“Si. Por supuesto eso significaría que tendrías que comprometerte a permanecer aquí durante varios meses, al menos. A los gatos no les gusta viajar y moverlos de una zona a otra, de nuevo, no seria bueno para ellos.”
Miro dentro de los ojos de Sgiach y digo exactamente lo que estaba pensando. “Cuanto mas tiempo me quede aquí mas segura estaré de que no quiero irme, pero se que es irresponsable por mi parte esconderme de la realidad en un mundo como este. Quiero decir—” me apresure a decir, en cuanto vi la preocupación crecer en sus ojos; “—no es que Skye no sea real y todo eso. Y se que últimamente he pasado por muchas cosas malas, así que para mi esta muy bien, para tomarme un descanso. Pero sigo en el colegio. Supongo que tengo que volver. En algún momento.”
“¿Te sentirías de esa forma si el colegio viniera a ti?”
“¿Qué quieres decir?”
“Desde que has llegado a mi vida he empezado a reflexionar sobre el mundo—o mas bien sobre cuan antisocial me he vuelto. Si, tengo internet. Si, tengo televisión por satélite. Pero no tengo nuevos seguidores. No tengo estudiantes de guerreros ni nuevos guardianes. O por lo menos no lo había notado hasta que tú y Stark llegaron. Me parece que he estado echando de menos la energía y la aportación de las mentes jóvenes.” Sgiach parecía muy lejana a mí, adentrada  en el bosque. “Su llegada aquí ha despertado algo que estaba durmiendo en mi isla. Siento que se avecina un cambio, mayor que el de la influencia de la ciencia o la tecnología. Puedo ignorarlo y dejar que mi isla vuelva a dormir y así pueda separarse completamente del mundo y sus problemas, como Ávalon[2] y las amazonas. O Puedo abrirme a el, y hacer frente a los retos que traen.”
La reina busco mi mirada de nuevo. “Elijo permitir que mi isla despierte. Es tiempo de que la Casa de la Noche de Skye reciba sangre nueva.”
“¿Vas a bajar el hechizo de protección?”
Su sonrisa era irónica. “No, mientras yo viva y con suerte, siempre que mi sucesor y eventualmente sucesores vivan, Skye permanecerá protegida y separada del mundo moderno. Pero creo que puedo hacer una llamada a los guerreros. En su día Skye entreno a los mejores y mas brillantes hijos de Erebus.”
“Pero entonces tu te separaste del Alto Consejo de vampiros, ¿no?”
“Cierto. Tal vez deba comenzar lentamente, y así reparar lo que esta roto, ya que ahora tengo a una joven sacerdotisa como una de mis alumnos.”
Sentí un momento de entusiasmo. “¿Yo? ¿Quieres decir yo?”
“Si evidentemente. Tú y tu guardián tienen una conexión con esta isla. Me gustaría ver donde nos lleva esta conexión.”
“Wow, me siento muy honrada. Muchísimas gracias.”
¡Mi mente zumbaba! Si Skye se convertía en una Casa de la Noche activa no seria como si estuviera escondiéndome de la gente. Seria más como si me hubieran transferido a otro colegio. Pensé en Damien y el resto de la pandilla y me pregunte si pensarían en venir a Skye, también.
“¿Habrá aquí un lugar para novatos que no sean guerreros?” le pregunte.
“Podríamos hablarlo.” Sgiach hizo una pausa, parecía que tomaba una decisión y agrego: “¿Sabes?, esta es una isla rica en tradición mágica que abarca mas que a mis guerreros y a mis guardianes”
“No. Quiero decir si. Es obvio que tu eres mágica, y tu eres básicamente esta isla.”
“He estado aquí tanto tiempo que muchos me ven como la isla, pero no soy mas que la cuidadora de su magia y no la poseedora de la misma.”
“¿Qué quieres decir?”
“Descúbrelo por ti misma joven reina. Tienes una afinidad por cada uno de los elementos. Sal y ve lo que la isla tiene para enseñarte.”
Cuando la incertidumbre me hizo vacilar, Sgiach me alentó, “Prueba el primer elemento, el aire. Simplemente llámalo y observa.”
“Esta bien. Bueno, alla va.” Me puse de pie y di un par de pasos lejos de Sgiach hacia un área cubierta de musgo en el que había pocas rocas. Hice varias respiraciones limpias, estableciéndome con la sensación familiar de estar concentrada. Instintivamente, gire el rostro hacia el este y llame: “Aire, por favor, ven a mi.”
Estaba acostumbrada a que el elemento respondiera. Estaba acostumbrada a que el viento se agitara a mí alrededor como un ansioso cachorro, pero toda mi experiencia con mis afinidades no me prepararon para lo que sucedió después. El aire no solo respondió si no que me envolvió. Se arremolino a mi alrededor poderoso, una extraña sensación material, algo que era totalmente una locura porque el aire no era tangible. Sin embargo, estaba en todas partes. Y entonces me quede boquiabierta porque me di cuenta de que ¡el aire se había convertido en algo material! Flotando alrededor mío. En medio del viento impetuoso que había surgido ante mi llamada, unas formas de seres de lo más hermosas danzaban. Eran brillantes, etéreos, apenas visibles.
Me quede boquiabierta al verlos cambiar de forma, a veces con el aspecto de hermosas mujeres, a veces como mariposas y luego cambiaban y parecían hermosas hojas cayendo a la deriva con el viento.
“¿Qué son ellos?” pregunte en voz baja. Sin darme cuenta, levante mi mano y mire las hojas cambiar a colibrís de colores brillantes que se establecían en la palma de mi mano extendida.
“Espíritus del aire. Solían estar en todas partes pero dejaron el mundo moderno. Prefiere los antiguos bosques y las viejas costumbres. Y esta isla tiene ambas cosas.”
Sgiach sonrió y abrió su propia mano a un espíritu que tomo la forma de una mujer diminuta con alas que bailaba entrando y saliendo de sus dedos.
“Es bueno ver que vienen a ti. Es extraño ver a muchos de ellos en un solo lugar, incluso aquí en el bosque. Prueba con otro elemento.”
Esta vez no hizo falta más coacción. Me volví hacia el sur y llame, “¡fuego, por favor, vena mi!”
Al igual que los fuegos artificiales brillantes, los espíritus se lanzaron todos a mí alrededor, haciéndome cosquillas en el cuerpo, transmitiéndome el calor de sus llamas y haciéndome reír. “¡Me recuerdan  a las luces del cuatro de octubre!”
La sonrisa de Sgiach coincidió con la mía. “Rara vez veo a los espíritus de fuego. Estoy mas cerca de los acuáticos y los del aire—los de fuego casi nunca se muestran a mi.”
“Debería darles vergüenza,” les regañe. “Deben dejarse ver por Sgiach, ¡es una de las buenas!”
Al instante los duendes a mi alrededor empezaron a revolotear locamente. Podía sentir la angustia que irradiaba de ellos.
“¡Oh no, diles que les estas tomando el pelo. Las llamas son terriblemente sensibles y volátiles. No quiero causar un accidente.” Dijo Sgiach.
“¡Hey chicos!, lo siento. Solo estaba bromeando. Todo esta bien, de verdad.” Un suspiro de alivio me recorrió cuando las llamas se acomodaron en una pequeña oscilación frenética y revoloteo. Eche un vistazo a Sgiach. “¿Es seguro llamar a los otros elementos?”
“Por supuesto. Solo ten cuidado con lo que dices. Tu afinidad tiene gran alcance, incluso sin estar en un lugar rico con la magia antigua como lo es este bosque.”
“Lo hare.” Respire tres veces fuerte y me concentre de nuevo. Entonces me puse de cara al oeste. “¡Agua por favor, ven a mi!.” Y me encontré bañada por el elemento. Espíritus fríos rozaron mi piel, brillantes irisaciones de agua. Retozaron alrededor haciéndome pensar en sirenas, delfines, medusas y caballitos de mar. “¡Esto es súper genial!”
“Los espíritus de agua son especialmente fuertes en Skye,” dijo Sgiach acariciando una forma de estrella de mar que nadaba a su alrededor.
Me volví hacia el norte. “¡Tierra ven a mi!” El bosque cobro vida. Los arboles brillaban con alegría y  sus troncos retorcidos, me recordaron al bosque de Rivendel de los elfos de Tolkien[3] o tal vez incluso a la selva en 3D de Avatar.
Aleje mi atención hacia el centro de mi improvisado circulo y llamé a mi elemento final, “¡Espíritu ven a mi también!”
Esta vez Sgiach se quedo sin aliento. “Nunca había visto a los cinco grupos de espíritus en conjunto como ahora. Es magnifico.”
“¡Oh Dios Mío! ¡Es increíble!”
El aire a mí alrededor, de repente vivo como el resto de seres y lleno de tal resplandor que me trajo a la mente a Nyx y su brillante sonrisa.
“¿Quieres experimentar mas?” me pregunto Sgiach.
“Por supuesto,” dije sin vacilar.
“Ven aquí entonces. Dame tu mano.” Rodeada de los espíritus antiguos que personificaban los elementos, me acerque y tome la mano de Sgiach. Tomo mi mano derecha en su mano izquierda y volvió la palma de mi mano hacia arriba. “¿confías en mi?”
“Si, confió en ti.” Le dije.
“Bien. Solo te dolerá un momento.”
Con un movimiento rápido, apretó duro con su dedo de hierro sobre la cremosa carne de la palma de mi mano. No me inmute. No me moví. Pero tome un gran trago de aire. A pesar de que estaba bien—dolió solo un momento.
Sgiach volvió la palma de mi mano y la sangre empezó a gotear, pero antes de que pudiera tocar el suelo cubierto de musgo bajo nuestros pies, la reina cogió las gotas escarlata. Colocadas en su propia palma, como una piscina y luego  hablando palabras—las cuales sentí mas que oí, pero que no pude entender en absoluto—arrojo la sangre dispersándola en un circulo alrededor de nosotras. Entonces ocurrió algo verdaderamente sorprendente.
Cada espíritu que mi sangre tocaba, por un instante se hacia carne. Ya no era mas etéreo, solo jirones y corpóreos. Lo que mi sangre tocaba volvía a la realidad, respiraban, hadas, tritones y ninfas de los bosques. Y bailaban y celebraban. Sus risas pintaban el cielo oscuro con alegría y magia.
“Es la magia antigua. Has tocado cosas aquí que han estado durmiendo durante mucho tiempo. Nadie más había despertado las hadas. Nadie tenia la capacidad.” Sgiach hablo y poco a poco  después, y majestuosamente, inclino la cabeza en homenaje a mí.
Totalmente inmersa en la maravilla de los cinco elementos, agarre la mano de la reina de Skye, notando que mi sangre había dejado de brotar en el momento en que arrojo las gotas alrededor. “¿Puedo compartir esto con los otros novatos? ¿Si se les permite entrar, les puedo enseñar a las nuevas generaciones como llegar a la magia antigua?”
Ella me sonrió entre lágrimas que denotaban felicidad. “Si, Zoey. Porque si tu no puedes cerrar la brecha entre el mundo antiguo y el moderno, no se quien podrá.  Pero por ahora, disfruta del momento. La sangre que ha creado esta realidad pronto se desvanecerá. Baila con ellos, joven reina. Hazles saber que hay esperanzas de que el mundo de hoy no se olvidara completamente en el pasado.”
Sus palabras obraron magia en mí como una punzada y con el sonido de las campanas, tubos y platillos me puse a bailar con las criaturas que mi sangre había solidificado.
Mirando hacia atrás, debería de haber prestado más atención al perfil agudo de cuernos que logre vislumbrar mientras giraba y saltaba del brazo de un hada.  Debería haber notado el color de la capa del toro y el brillo en sus ojos. Debería haber mencionado su presencia a Sgiach. Mucho podría haberse evitado, o por lo menos esperado si hubiera sabido mejor que hacer.
Pero esa noche baile en la inocencia y la novedad de la magia antigua revelada, ajena a las consecuencias mas graves de lo que imaginaba y que necesitaría de una gran cena y unas buenas ocho horas de sueño.

 “Tenias razón. No duro mucho tiempo,” le dije respirando con dificultad mientras me dejaba caer junto a Sgiach en su piedra de musgo. “¿No podemos hacer algo para que se queden mas tiempo? ¿Parecen tan felices siendo reales?”
“Las hadas son difíciles de alcanzar. Solo deben lealtad a su elemento, o a aquellos que lo controlan.”
Parpadee sorprendida. “¿Quieres decir que me son leales?”
“Creo que lo son, aunque no puedo decirte ciertamente pues no tengo verdadera afinidad con un elemento, aunque soy aliada del agua y el viento, como protectora y reina de esta isla.”
“Huh. Así que, ¿Puedo llamarlos incluso si me voy de Skye?”
Sgiach sonrió. “¿Y porque querrías hacer eso alguna vez?”
Me reí con ella, en ese momento sin entender porque demonios querría salir de esta isla mágica, mística.
“Si, si siguen los sonidos de las palabras entonces encontrarían las tuyas.”
La sonrisa de Sgiach aumento y se volvió cálida. Seoras se uno a nosotras en el bosque poniéndose al lado de su reina. Ella lo toco solo un momento en su fuerte antebrazo, pero en el transmitió varias vidas de amor, confianza e intimidad.
“Hola mi guardián. ¿Has traído el arco y las flechas para ella?”
Seoras torció la boca. “Por supuesto que lo he traído.” El viejo guerrero se volvió y pude ver que llevaba un arco tallado en madera oscura. La aljaba estaba llena de plumas de color rojo colgando de su hombro.
“Bien,” sonrió agradeciéndole a el antes de volver su mirada hacia mi. “Zoey, has aprendido mucho hoy. Tu guardián necesita una lección para volver a creer en la magia y en que la diosa también da dones.” Sgiach cogió el arco y las flechas de Seoras y me las tendió. “Llévaselas a Stark. Lleva mucho tiempo sin ellas.”
“¿De verdad crees que es buena idea?” le pregunte a Sgiach, mirando con recelo el arco y las flechas.
“Lo que yo creo es que tu Stark no esta completo si no acepta el don que le ha dado la diosa.”
“Tenia otra arma en el otro mundo. ¿No podría ser esa su arma también?”
Sgiach simplemente me miro, con la sombra de la magia que acabábamos de vivir todavía reflejada en sus ojos verdes.
Suspire.
A regañadientes tendí la mano para coger el arco y la aljaba de flechas.
“No estará cómodo con esto,” le dije.
“Si, pero debe estarlo,” dijo Seoras.
“No dirías eso si supieras todo lo que conlleva esto,” dije.
“Si es como perder su marca, entonces si se que es llevar la culpa de matar a tu mentor,” dijo Seoras.
“El te lo conto.”
“Si, lo hizo.”
“¿Y todavía crees que debería volver a utilizar su arco?”
“No es tanto lo que Seoras piense como el hecho de que sabe, por siglos de experiencia, lo que sucede cuando un don dado por la Diosa a un guardián es ignorado,” dijo Sgiach.
“¿Qué sucede?”
“Lo mismo que le sucede a una Alta Sacerdotisa cuando trata de allanar la ruta hacia su Diosa, antes que ha ella,” dijo Seoras.
“Al igual que Neferet,” susurre.
“Si,” dijo el. “Al igual que la Caída Gran Sacerdotisa que contamino tu Casa de la Noche y causo la muerte de tu consorte.”
“Aunque en toda la verdad, tu debes saber que no necesariamente es algo entre el bien y el mal cuando un guardián no hace caso a los dones de su Diosa o se aparta del buen camino. A veces eso significa simplemente una vida insatisfecha y tan mundana como es posible para un vampiro.” Explico Sgiach.
“Pero si los poderes del guardián son poderosos, o es alguien que ha luchado contra la oscuridad, tocado por la lucha con el demonio—bien, este guerrero puede caer fácilmente en la oscuridad,” dijo Seoras.
“Y Stark tiene ambos,” dije.
“Así es, en efecto. Continúa confiando en mi Zoey. Es mejor para tu guardián recorrer el camino para el que ha sido destinado que escabullirse y tal vez caer en las sombras,” dijo Sgiach.
“Puedo entenderte, pero hacerle usar de nuevo el arco no va a ser fácil.”
“Si, bueno, tu eres quien tiene la magia de los antiguos además de una conexión con nuestra isla, ¿no lo entiendes ahora?”
Mire desde Seoras hasta Sgiach. Tenían razón. Lo sentía en mis entrañas. Stark no podía esconderse de los dones de Nyx mas de lo que yo podía negar mis cinco elementos. “Esta bien, lo convenceré. ¿Dónde esta de todos modos?”
“El chico es inquieto,” dijo Seoras. “Lo vi caminando por el lado de la orilla que da al castillo.”
Mi corazón se encogió. Habíamos decidido justo el día anterior que nos quedaríamos aquí en Skye por un tiempo indefinido. Y después de lo que acababa de suceder con Sgiach, apenas podía soportar dejar la isla. “Pero el parecía estar bien con permanecer aquí,” dije mis pensamientos en voz alta.
“Lo que esta mal con el no es donde esta, si no quien es,” dijo Seoras.
“¿Huh?” dije brillantemente.
“Zoey, lo que Seoras quiere decir es que lo encontraras mas fácilmente cuando el sea un guardián completo de nuevo,” dijo Sgiach.
“Y un guardián completo usa todos sus poderes,” dijo Seoras con firmeza.
“Ve con el y ayudarle a convertirse en un todo, de nuevo,” dijo Sgiach.
“¿Cómo?” le pregunte.
“Ach[4], mujer, utiliza toda tu inteligencia de la diosa y imagínate como hacerlo.”
Con un suave empujón y un movimiento espantado, la reina y su guardián me enviaron hacia el bosque. Suspire, me rasque la cabeza y empecé a andar hacia la costa preguntándome que demonios seria la palabra Ach.

[1]Skype: Servicio de mensajería similar al Messenger, pero esta ofrece mayor ‘alcance’, así como mejor conectividad (cámara web, audio, etc)
[2] Ávalon: Nombre de una isla legendaria de la mitología celta en algún lugar de las islas Británicas donde, según la leyenda, los manzanos dan sabrosas frutas durante todo el año y habitan nueve reinas hadas, entre ellas Morgana. El mismo nombre del lugar derivaría de la palabra celta abal, manzana.

Aunque también hay una teoría donde se dice que Ávalon en la isla donde las Amazonas se esconden del mundo real, evitando que el mundo actual contamine su paz y costumbres. Recordemos que en esta Saga HON, se cree que las amazonas son vampiresas.
[3] Hace referencia al bosque que podemos observar en EL SEÑOR DE LOS ANILLOS.
[4] Ach (Gaélico-Escocés): Pero, Sin embargo.

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